Aunque los seres humanos nos caracterizamos por estar en constante cambio, una de nuestras mayores dificultades es la resistencia a que éstos ocurran de manera fluida. Las exigencias cotidianas de un sistema que olvida nuestra “humanidad” y una historia cultural en la que la relación con nosotros mismos ha sido relegada, nos enfrentan al desafío de acompañarnos en estos tránsitos desafiantes sin contar con herramientas adecuadas para lograrlo.

El malestar, la incomodidad, las emociones desbordantes o los síntomas físicos que experimentamos en algunos períodos de la vida, y que aparentemente no tienen explicación, son el llamado de alerta de nuestro ser interior, que nos indica la imperiosa necesidad de hacer un cambio importante para nuestro crecimiento y evolución.

Si te encuentras experimentando un proceso de transformación o deseas realizar cambios en tu vida, es importante que puedas ampliar y profundizar tu mirada acerca de lo que estás viviendo, y comprender lo que te aleja del bienestar. 

También es importante que cuentes con herramientas concretas que puedan facilitar y favorecer tu proceso de cambio, permitiéndote salir fortalecido, más consciente, más pleno contigo y en armonía con la vida.

Si te identificas con algunas de las siguientes situaciones, es posible que requieras acompañamiento y guía para favorecer una transformación positiva:

• Habitualmente te sientes incómod@ contigo mism@ y/o con los demás
• Observas situaciones o conductas repetitivas en tu vida, que no comprendes o no sabes cómo cambiar
• Frecuentemente sientes falta de energía, tristeza, miedo, enojo o desmotivación, sin saber a qué atribuirlo
• Te sientes perdido/a o no sabes reconocer lo que quieres ni lo que te gusta. No sabes cómo seguir.
• Haz intentado realizar cambios en tu forma de vida, sin éxito
• Tienes ganas de hacer un cambio en tu vida y no te atreves
• Tu cuerpo manifiesta síntomas repetitivos que no se deben a ninguna “enfermedad física”
• Sientes que “no encajas” en tu entorno, en este sistema o en este tiempo
• Presentas conductas autodestructivas que no logras modificar: relaciones tóxicas, exceso de comida, bebida o agentes externos que te dañan
• Tus emociones te invaden y no sabes cómo manejarlo
• Te encuentras viviendo una crisis existencial, con pérdida de sentido por casi todo o todo lo que te rodea
• Estás viviendo un duelo
• Ya no resuenas con las mismas personas o lugares, experimentas un momento de soledad y vacío existencial.
• Has experimentado un cambio importante en tu interior, has dado un paso en tu desarrollo evolutivo y sientes que ya no “encajas” en tu entorno