Soy Margarita Arredondo Ríos 

Me formé como psicóloga y psicoterapeuta en la Universidad de Chile entre los años 1998 y 2007. 

Me especialicé en psicoterapia humanista- experiencial-transpersonal, a partir de la profunda transformación que significó para mi vivenciar un proceso terapéutico guiado por quien considero mi primera maestra, Blanca Ortiz de Zúñiga, de quien aprendí mucho más que el arte de la terapia.

He explorado diversos métodos de autoconocimiento y sanación que hoy incorporo entre las herramientas que pongo al servicio de quienes buscan sanar, transformarse, desarrollar su potencial y expandir su conciencia; entre ellas Focusing, Alba Emoting, Terapia Floral y bioenergética, Arte y danza terapia, Hatha Yoga y Yoga Integral.

Con el propósito de observar, integrar y ordenar mis propias experiencias en torno al fenómeno de la conciencia, estados de conciencia expandida y la sanación del femenino, en el último tiempo me formé como terapeuta de útero y chamanismo femenino de la escuela Sagrada Sabiduría Femenina; y he profundizado también la sanación del femenino desde la propuesta curativa de la escuela Cántaro Sagrado. Grandes aportes que atesoro entre mis últimas experiencias de sanación colectiva con mujeres de todo el mundo. 

Actualmente continúo comprometida con esta causa en mi propia vida y me sumo como guía y acompañante en el sendero de sanación y restauración del sagrado femenino, compartiendo la medicina con quien quiera recibirla.

Amo la belleza y todas las artes, me cautiva especialmente el arte de vivir. 

Escribo, danzo y hago arte textil con técnicas mixtas.

Soy aprendiz y practicante de Taoísmo, I Ching, medicinas de la naturaleza y otros saberes ancestrales, al servicio de la restauración y preservación de la vida, el amor y la paz en la madre tierra.

Soy madre de Luan, mi gran maestro en el arte de amar.

La naturaleza humana y su condición existencial ha sido un tema que me ha convocado desde que tengo memoria. Muy tempranamente me convertí en una aguda observadora del mundo que me rodeaba.

Luego de terminar la carrera de psicología, me dediqué a investigar acerca del sufrimiento humano y a experimentar diversos caminos para lograr la liberación, siendo yo mi principal campo de estudio. 

He seguido un llamado irrevocable de mi profundidad para atravesar cualquier obstáculo que se interponga entre mi Ser y la posibilidad de vivir desde su más pura esencia.

En el recorrido por este laberinto en busca del Ser, me he encontrado con la naturaleza animal, primitiva y salvaje de nuestra ancestralidad, esa que en algún momento se perdió y fue remplazada por modos que nos alejan de nuestros instintos, tan necesarios para vivir desde la sabiduría corporal. He podido reconocer también mi parte divina, al reconocerme como un fractal de la conciencia suprema.

Este viaje me ha permitido ir reconectando con la fuente de vida, a la que puedo acceder para vivir en presencia, en gozo y en total rendición al orden cósmico, sabiéndome una hija más de la gran madre y el gran espíritu.

Este recorrido hacia mi “Yo Soy”, me ha llevado al arte, a la expresión creativa inherente a nuestra humanidad, a vivir sin juicios y en consonancia con mis propios ritmos; a respetar mis necesidades, a perdonarme y perdonar, a sanar y soltar lo herido, a crear belleza donde encuentro la oportunidad de hacerlo, a compartir todo lo que me ha servido y a seguir persiguiendo lo bello y lo bueno con la conciencia de que el laberinto de la vida es un eterno presente, donde podemos danzar nutriendo todos nuestros aspectos, alcanzando la armonía, la dicha que nos permite movernos de manera flexible en las distintas circunstancias que experimentamos.

Este viaje mágico de vivir, me ha llevado a reconocer mi condición de eterna aprendiz y maestra, a honrar mi camino y el de mis ancestr@s, a liberarme de condicionamientos, a recuperar mi poder, a ejercitar mi soberanía y a tomar el lugar que me corresponde como co-creadora de mi propia existencia mientras estoy de paso por este planeta.

Todo lo que hasta ahora he llegado a observar, recordar o vislumbrar acerca de la vida humana en la tierra, está al servicio del orden mayor.

La posibilidad de crear una nueva humanidad, nuevos modos de vivir, de ir hacia una nueva conciencia, donde primen los valores de la vida y el Ser, son mi motivo y mi motor.

Todo mi trabajo promueve y se enmarca en una concepción vital de autonomía, libertad, fraternidad y creatividad, como pilares que posibilitan y favorecen el desarrollo del potencial humano.

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